Música
En lo que respecta a la música la trova yucateca es género musical surgido en Yucatán a finales del siglo XIX que alcanzó una enorme popularidad en las primeras décadas del siglo XX. Una distinción particular de la Trova Yucateca es su diversidad de armonías de guitarra y voz, así como por sus ritmos, entre los que destacan el Bolero, Bambuco, Clave, Danza, Jarana, Pasillo, Joropo, Vals entre otros. Algunos de estos ritmos que reflejan las interacciones culturales del estado con países caribeños, sudamericanos y europeos, han sido adaptados en una forma particular que permite identificarlos como yucatecas.
Hay pluralidad de poetas, compositores, cantautores, que han trascendido las fronteras de Yucatán con su música y sus canciones. Destacan entre otras: Peregrina, A Yucatán, Aires del Mayab, Beso Asesino, Mérida Colonial, Boca Loca, Caminante del Mayab, Te amaré toda la vida, Contigo Aprendí, El Pájaro Azul, Esta tarde vi llover, Novia Envidiada, Un tipo como yo. Amor, amor, Nunca, etc. Hay en Yucatán para promover y conservar su gran acervo de música popular un rico Museo de la canción yucateca en el que se dan presentaciones de trova yucateca.
La jarana yucateca es un género musical que algunos consideran adaptación local de la Jota española, introducida durante la época colonial, que se ha bailado por generaciones en las fiestas populares llamadas vaquerías.
Hay una gran variedad de bailables que se acompañan con la música de la jarana; entre ellos destacan la danza de los listones y la danza de la cabeza de cochino.
Yucatán cuenta con una de las mejores orquestas sinfónicas de México que sostenida tripartitamente entre el gobierno del estado, el público concurrente y el Patronato de la Orquesta Sinfónica de Yucatán integrado por donantes particulares afectos a la buena música. La sede de la Orquesta Sinfónica de Yucatán es el afamado Teatro Peón Contreras.